Susy Cruz
La Cuarteta San Bernardo, es una actividad que la Federación Salvadoreña organiza año con año, podríamos decir “un clásico” de nuestro país vecino. Subimos los volcanes Santa Ana (el volcán más alto de E.S. 2,365 msnm), Cerro verde (2,030 msnm), Izalco (1,910 msnm) y San Marcelino (1,250 msnm).
El día estaba despejado, el clima tenía cierta humedad y al llegar al primer descanso, fue para todos gratificante encontrar esta bonita pradera, donde el refrescante viento nos cargó la batería.
Acá aprovechamos a tomarnos fotografías y en la que ven a continuación, están nuestros 5 amigos salvadoreños que nos acompañaron en este fin de semana, nuestros guías eran Rafael (chico de lentes) y nuestro amigo Nono (de gorra). Quienes a pesar que han ido varias veces a esta actividad, se mostraron emocionados y felices de mostrar sus montañas a los chapines.Y la acostumbrada “foto de grupo” con casi todos los participantes de esta cuarteta, nos acompañaban 2 amables agentes de seguridad. Éramos 16 aventureros en total.
Después de este breve descanso seguimos nuestra caminata, que de una verde pradera cambió a un bosque cerrado y con mucha vegetación, espinas, el camino se complicaba por momentos y nos teníamos que agachar para poder pasar.
Encontramos unas ricas moras que por supuesto nos deleitaron en esa calurosa mañana.
A pesar que las espinas destrozaron nuestras playeras, nos agradaba que fuera una vereda tan llena de vida, árboles, después de 3 horas empezamos a bordear para llegar a nuestro destino.
Llegamos a una meseta abierta y con mucha vegetación, ahí era prácticamente la cumbre (porque la placa estaba entre los matorrales, no se dejó encontrar) ahí almorzamos.
Después de haber comido y descansado nos dirigimos hacia el cráter para apreciar la hermosa laguna de azufre que tiene en su interior, fue impresionante para todos los que por primera vez visitábamos tan especial volcán.
Nos tomamos cantidad de fotografías en el cráter, nos invadió un estado de felicidad y satisfacción por haber alcanzado nuestra primera cumbre, admirábamos una y otra vez esta laguna con su propia marea. El cráter tiene un diámetro de 250 metros.
De la cumbre se apreciaba el Lago de Coatepeque, de origen volcánico (resultado de una erupción explosiva entre 57,000 – 72,000 A.C.). Situado a 18 km al sur de la Ciudad de Santa Ana, tiene una profundidad de 115 metros y una superficie de 25,300 kilómetros cuadrados.
También se apreciaban los Volcanes Cerro verde e Izalco, los cuales subiríamos al siguiente día, como ven, teníamos mucho que apreciar en esta cumbre y en un día tan despejado.
En la noche compartimos la cena con nuestros amigos salvadoreños, adivinen de que se trataban nuestras charlas? Pues de montaña por supuesto! Una velada realmente especial.
En la noche llovió como si se fuera a caer el cielo, a varios compañeros “se les hundió el barco” como ellos decían y se refugiaron en las cabañas cercanas. Al otro día, totalmente despejado, desayunamos rápidamente e iniciamos nuestra caminata hacia el Cerro verde.
Una caminata de 30 minutos nos llevó a la cumbre de este antiguo Volcán. En su cima posee la construcción de un hotel, la idea era que fuera un hotel-mirador hacia el Volcán Izalco que estaba activo, cuentan que 2 meses antes de terminar la construcción del hotel, este volcán de apagó.
Al iniciar el ascenso del Cerro verde, hay una espectacular vista hacia el Izalco. Desde el mirador se aprecia totalmente cónico, recordé que de niña, así dibujaba los volcanes… me encantó!
Se comenta que este volcán, tiene una conexión con el Volcán Pacaya, ya que cuando Izalco se apagó, el Pacaya inicia actividad
En el descenso del Cerro verde bajamos 600 gradas, pero por el ambiente de bosque húmedo y la animada compañía, ni sentimos el camino.
Fue un ascenso de 45 minutos aproximadamente, terreno con muchas piedras, el sol nos pegaba fuerte, pero todo el grupo caminó a un buen ritmo, alcanzando nuestra tercera cumbre del fin de semana.
De esta cumbre se apreciaban los Volcanes Santa Ana, Cerro verde y Marcelino. El día aún muy despejado y con fuerte viento.
Este volcán tiene varias fumarolas, su cráter tiene unos 250 metros de diámetro. Todos muy entusiasmados admiramos el paisaje y posamos para las distintas cámaras.
Después de bajar el volcán, tuvimos un momento para descansar y refaccionar, nos esperaban varios kilómetros en el tupido bosque salvadoreño para terminar la cuarteta.
Caminamos y caminamos, la mayoría de bosque era húmedo, de igual forma nos internamos por los laterales de unas fincas, fueron casi 2 horas y media da caminata para iniciar el ascenso del último volcán de la cuarteta, San Marcelino.
La caminata fue realmente agradable, pero larga… la mayoría teníamos hambre, así que aprovechamos en degustar comida de marcha.
Apreciamos muchos tipos de plantas y árboles que rodeaban esta zona montañosa de El Salvador.
Finalmente llegamos a una población, ahí se encontraba ya el bus esperándonos, pero apenas y tomamos agua y seguimos a concluir nuestra cuarteta.
Fue una caminata de unos 15 minutos, realmente estaba muy cerca la cumbre, lo hermoso de este volcán es que se aprecian los otros 3 que habíamos subido, (Santa Ana, Cerro Verde e Izalco).
¡Llegamos a la cumbre! Felices, emocionados, satisfechos… se nos olvidó el cansancio y el hambre, completamos juntos la Cuarteta San Bernardo, gracias amigos Salvadoreños por ser nuestros guías y acompañarnos en este hermosa caminata en su país. Pronto regresaremos!
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