Reporte - Volcán Santa María - el coloso de occidente

VOLCÁN SANTA MARÍA - EL COLOSO DE OCCIDENTE


Reporta: Manuel Ramos
 
Fotos: Gustavo Morales y Manuel Ramos

Estuve pensando que puedo decir de este fantástico viaje y puedo resumirlo en unas pocas palabras antes de empezar con mi relato: el clima el mejor de muchos ascensos, los compañeros los mejores, el guía un gran amigo y experto, la noche estrellada, el frio -2 grados, la cena un manjar, la vista increíble.

Por años siempre quise subir el volcán Santa María y por alguna razón cuando habían viajes a este coloso nunca pude asistir, posiblemente el todopoderoso me estaba guardando el día preciso para realizar este ascenso que no pudo ser mejor que este nueve de octubre pasado.

Nos juntamos enfrente de Gran Vía un grupo de aventureros sedientos de montaña a eso de las 7:00 empezamos nuestro viaje Yo con la adrenalina al máximo que ni pude dormir un día antes ya que el Santa María ha sido un  volcán escurridizo que se me escapaba siempre que planificaba ascenderlo.

En  el bus la clásica tertulia de montañistas, anécdotas de ascensos fallidos, de cumbres difíciles,  de climas extremos, de los derrumbes en la carretera y la clásica platica de la situación política del país, también de lo bonita que estuvo la semana ya que no había llovido en varios días, la pasamos muy bien todo el camino.

Llegando a Xela nos juntamos con otros compañeros en los Llanos del Pinal en donde empezamos nuestra aventura, el grupo bien compacto a un paso moderado, después de una hora aproximadamente nos detuvimos a almorzar, Luigi por cierto siguió su camino para no enfriarse; algunos comimos rápido, la adrenalina me fluía y las ansias por llegar a la cumbre y por ver el Santiaguito.




Seguimos caminando y con mi amigo José fuimos los primeros en llegar al lugar conocido como la meseta que es el punto donde inicia propiamente el volcán Santa Maria, esperamos a los demás varios minutos cuando vemos llegar a Roberto y nos indica que Luigi que había subido en varias ocasiones este volcán iba por el camino que lleva hacia el Santiaguito. Ya de nuevo todos agrupados iniciamos nuestro ascenso en el cual solamente descansamos una vez , parada oficial ya que yo lo hice un par de veces mas.

En el camino encontramos muchas personas indígenas del lugar que habían subido para efectuar sus oraciones, lo sorprendente es que algunas mujeres bajaban con tacones otras con sandalias y caites y los hombres con mocasines, Yo con zapatos de montaña y el otro día bajando ampollado que ironía.



Roberto en punta y haciendo chiste con los que bajaban, pidiéndoles agua y preguntando cuanto faltaba para llegar, como si nunca hubiera subido, todos riéndonos.

 Después del descanso a medio volcán se separó el grupo Roberto a la cabeza con la dos chicas, después Miguel,  Luis y siguiéndolos Yo que aunque iban despacio me fui retrasando, atrás los demás que subieron un poco mas lento.

A las 5:30 llegué a la cumbre, extasiado de la subida perfecta, el primer grupo menos de 5 horas de subida Yo 5 horas exactas incluyendo el tiempo de descanso y almuerzo. Armamos campamento y la temperatura empezó a descender Yo no tenia sueño y estuve hasta tarde fuera de la carpa, disfrute de la noche estrellada, de la fogata ecológica de Miguel,  así como del clasico té.

Como a la 1 de la mañana sube un grupo de personas que hicieron mucha bulla y despertaron a algunos de nosotros, en la mañana me percate que era un grupo que durmieron a la par de nuestro campamento tapados con ponchos y un nylon encima, la verdad que rudos ya que la temperatura estuvo bajo de -2 en la cumbre.

A las 4 de la mañana ya estaba despierto para ver el amanecer, fui el primero en salir y despertar a algunos que me escucharon, el amanecer estuvo increíble, las fotos lo dicen todo, se miraba perfecto el santiaguito y pude observar una gran explosión, me recorrí toda la cumbre tomamos fotos desde  todos los ángulos para las 10 de la mañana empezar a bajar ya que teníamos que subir nuestro segundo destino el volcán Cuxliquel.

Cerro Quemado, no es el Zunil como indica la foto, grax José.

 

El descenso fue rápido, 3 horas para llegar a llanos del Pinal, se me atravesó una serpiente y en vez de tomarle fotos me puse con mi bastón a coquearla, niños no hagan esto…

 
 

 
De regreso subimos el Cuxliquel, muy peculiar por cierto con mucho trigo en sus faldas un muy bonito volcan que me saco el jugo realmente.


Pues todo el detalle de este grandioso viaje no puedo ponerlo ya que sería muchas páginas de vivencias solo me queda agradecer a nuestro guía Roberto de León y mis compañeros de viaje por este fin de semana y por que este día he decidido emprender mi próxima meta, los nevados mexicanos.